jueves, 18 de noviembre de 2010

Oración después de la Sagrada Comunión Padre Pío

Oración después de la Sagrada Comunión     Padre Pío
Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para que Yo no te pueda olvidar. Tú sabes que tan fácilmente te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque Yo soy débil y necesito de tu fortaleza, para que no caiga tan frecuentemente.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida y sin Ti Yo estoy sin fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz y sin ti yo estoy en la oscuridad.
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que Yo pueda escuchar tu voz y seguirte.
Quédate conmigo, Señor, porque Yo deseo amarte mucho y siempre estar en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si tú deseas que Yo sea fiel a ti.
Quédate conmigo, Señor, pobre como mi alma es, Yo deseo que sea un lugar de consolación para Ti, un nido de amor.
Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde y el día se está terminando, y la vida pasa. La muerte, el juicio y la eternidad se acercan. Es necesario renovar mi fortaleza, para que Yo no pare en el camino y por eso Yo te necesito.
Se está haciendo tarde y la muerte se aproxima, tengo miedo de la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos. O como te necesito, mi Jesús, en esta noche de exilio.
Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los peligros, Yo te necesito.
Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi corazón.
Quédate conmigo, Señor, porque a la hora de mi muerte, Yo quiero permanecer unido contigo, por la Comunión, por la gracia y el amor.
Quédate conmigo, Señor, porque solamente eres tú a quien Yo busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque Yo te amo y te pido no otra recompensa que amarte más y más.
Con un amor firme, Yo te amaré con todo mi corazón mientras aquí en la tierra y continuaré amándote perfectamente durante toda la eternidad. Amén.





INSTRUMENTO DE TU PAZ

Haz de nosotros mensajeros e instrumentos de tu paz. Que donde haya odio, pongamos amor. Que donde haya ofensa, pongamos perdón. Que donde haya discordia, pongamos unión. Que donde haya error, pongamos verdad. Que donde haya duda, pongamos fe. Que donde haya desesperación, pongamos esperanza. Que donde haya tinieblas, pongamos luz. Que donde haya tristeza, pongamos alegría. Maestro, que busquemos no tanto ser consolados como consolar, ser comprendidos como comprender, ser amados como amar. Que aprendamos, como lo hizo el Padre Pío, que es dando, como se recibe; que es olvidándose, como uno se encuentra; que es perdonando, como se es perdonando; que es muriendo, como se resucita a la Vida Eterna. Amen

No hay comentarios:

Publicar un comentario